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Que hacer cuando tienes Fisura Anal
¿Qué es la fisura anal y cómo tratarla?
Las fisuras anales pueden ser causadas por:
- Evacuaciones fecales grandes y duras.
- Para diarreas prolongadas.
- Por tensión excesiva del esfínter.
Son muy comunes en bebés, mujeres que acaban de dar a luz o personas con enfermedad de Crohn. El estreñimiento puede ser un síntoma, mostrando la presencia de fisura anal y heces con sangrado.
En la mayoría de los casos, la fisura anal desaparecerá por sí sola sin tratamiento, a menos que evite o trate el estreñimiento con una dieta adecuada, grandes cantidades de líquidos o laxantes. Debes mantener buenos hábitos de higiene y bañarte con agua caliente dos o tres veces al día. Puede utilizar vaselina u óxido de zinc.
Si este tipo de medidas no son suficientes, y las fisuras anales no han desaparecido, puedes optar por aplicar crema de relajación directamente sobre ella para relajar el esfínter. A veces puede ser necesario realizar una cirugía menor para lograr el mismo objetivo, o inyectar toxina botulínica en el propio esfínter.
Por último, conviene señalar que quienes padecen fístula vuelven a ser especialmente vulnerables a ella.
¿De qué trata la proctología?
El reciente aumento de todas estas enfermedades ha llevado a muchos hospitales a prestar servicios de proctología, reduciendo así la incidencia y mortalidad del cáncer colorrectal, como se ha demostrado a través de numerosos estudios que evalúan la eficacia y eficiencia de las técnicas de tratamiento y diagnóstico utilizadas en proctología.
El reciente aumento de todas estas enfermedades ha llevado a muchos hospitales a prestar servicios de proctología, reduciendo así la incidencia y mortalidad del cáncer colorrectal, lo que ha sido demostrado por numerosos estudios que evalúan la eficacia y eficiencia de las técnicas de tratamiento y diagnóstico. Utilizado en enfermedad rectal
El auge de estos servicios hospitalarios ha llevado a la investigación de enfermedades colorrectales, la unificación de estándares y el desarrollo de técnicas de diagnóstico y pautas de tratamiento específicas para el cáncer de recto.
¿Qué es la fístula anal?
Una fístula es el resultado de cualquier obstrucción de la salida de la glándula anal, por lo que primero se forma un absceso y, finalmente, el absceso rompe la piel del área perianal, estableciendo una conexión anormal con la superficie interna del canal anal, que puede dejarse para producir heces. No causan dolor, a menos que el absceso sea recurrente, pero pueden causar irritación o picazón debido a la liberación de pus.
Examinar el absceso y su drenaje antes de que aparezca la fístula puede prevenir al menos la mitad de los casos. En cualquier caso, es necesario evitar la infección de los abscesos, ya que puede provocar una enfermedad sistémica.
El diagnóstico se realiza examinando la zona perianal, aunque la apertura no siempre es visible. A veces, la inspección visual no es suficiente para establecer un diagnóstico de fístula y se requiere un anoscopio que requiera anestesia local.
Este tratamiento consiste en descartar la presencia de infección, por lo que se administran antibióticos antes de cualquier otro tipo de intervención. En cualquier caso, el tratamiento dependerá de dónde se encuentre la fístula. Una opción es usar un dispositivo de látex para drenar el pus y mantenerlo abierto. También puedes hacer una pequeña incisión para abrirla y limpiarla para que sane gradualmente de adentro hacia afuera. Sin embargo, esta técnica está contraindicada en las fístulas que atraviesan el esfínter porque puede provocar incontinencia fecal.
Los tratamientos actuales incluyen llenar la fístula con fibrina biodegradable y sellarla por completo.