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Fisura anal externa
Fisura anal
La fisura anal se puede definir como una úlcera que se localiza en la última parte del canal anal, se presenta con frecuencia y, a pesar de su pequeño tamaño, provoca un gran malestar en forma de dolor severo. La ubicación típica de estas úlceras es en el margen anal anterior y posterior. Al parecer, el dolor que provoca la formación de esta ulceración desencadena la contracción refleja de la musculatura anal, impidiendo que la fisura cicatrice adecuadamente y evitando que la enfermedad continúe. Por ello, los tratamientos utilizados tienen como objetivo superar esta contractura muscular o hipertensión.
¿Cuáles son los síntomas de una fisura anal?
El síntoma típico de una fisura anal es la aparición de un dolor muy intenso, agudo y cortante que se asocia claramente con la evacuación intestinal durante las deposiciones y luego persiste durante un tiempo variable (de minutos a horas).
La sangre de color rojo brillante es posible, aunque por lo general rara vez, especialmente cuando se realiza una limpieza de colon. Además, a veces se asocia con picazón o sensación de ardor en el ano.
Los síntomas más comunes son:
- Dolor Intenso.
- Estreñimiento.
- Sangrado
¿Cuáles son las causas de las fisuras anales?
La formación inicial de estas úlceras puede atribuirse a varias causas, siendo la más importante la asociación con el estreñimiento crónico.
Cualquier motivo que pueda predisponer o exponer el revestimiento del ano a traumatismos (evacuación de heces muy firmes, diarreas muy fluidas e irritantes, tratamientos de quimioterapia, otros cambios anales previos como hemorroides, etc.) puede afectar la aparición de una fisura anal.
como podemos prevenir esto?
La primera medida que se debe tomar es evitar el estreñimiento comiendo una dieta rica en fibra o tomando los llamados rellenos (compuestos de semillas que promueven y sustituyen a las heces blandas, no diarreicas, fibra vegetal).
¿Cómo se trata la fisura anal externa?
Se recomiendan baños de asiento con agua tibia durante 10 a 15 minutos después de cada evacuación intestinal.
El uso de tratamientos tópicos a base de ungüentos o cremas que contengan anestésicos locales, fármacos antiinflamatorios (corticosteroides, etc.) pueden proporcionar alivio sintomático.
Recientemente se ha establecido el tratamiento de fisuras anales con ungüentos o ungüentos a base de nitroglicerina, cuyo efecto se basa en crear una relajación de la musculatura del esfínter, de modo que la úlcera podría cicatrizar con una aplicación de al menos un mes.
Sobre la misma base, se inyecta toxina botulínica en el músculo del esfínter, lo que provocaría una parálisis reversible del músculo, lo que tiene un efecto positivo en el proceso de curación de la úlcera.
Si todos los tratamientos descritos fallan, está indicado el tratamiento quirúrgico. Este procedimiento consiste en una sección de aproximadamente 1 cm del esfínter interno después de verificar la hipertensión.
Los resultados de esta intervención son excelentes y el alivio de los síntomas es prácticamente inmediato, aunque por su carácter irreversible es aconsejable probar primero otros tratamientos más conservadores.