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Especialista de Fisura Anal
Las fisuras anales son heridas de profundidad variable ubicadas a nivel del borde anal, que pueden causar un dolor intenso asociado a la defecación. En la mayoría de los casos, la causa es un trauma fecal causado por estreñimiento severo, aunque también puede ocurrir un trauma fecal debido a la irritación del ano interno en el caso del síndrome de diarrea.
¿Cuáles son sus síntomas?
El síntoma principal de una grieta es el dolor. El dolor intenso causado por las deposiciones puede durar desde unos pocos minutos hasta unas pocas horas. También puede haber sangrado en el fondo de la grieta, picazón u hormigueo e inflamación. Esto generalmente se confunde con hemorroides («hemorroides centinela»). Si no consulta al especialista que realizó los siguientes exámenes, es la causa del diagnóstico erróneo del ano correcto una examinacion.
La formación de fisuras anales conduce al establecimiento de un «círculo vicioso», dificultando o imposibilitando la cicatrización de la herida: la existencia de fisuras hace que la defecación sea dolorosa; el dolor puede causar espasmo hipertónico o reflejo del esfínter anal interno (dolor después de la defecación); esfínter alto La ósmosis provoca cambios en la vascularización de la zona anal, lo que dificulta la cicatrización de las grietas y por tanto facilita la continuación del «círculo vicioso».
¿Cómo se trata la fisura anal?
En el caso de forma aguda o síntomas crónicos preexistentes (prolapso, hemorroides centinela, etc.), la actitud de tratamiento será diferente.
En la fase aguda, es más probable que la terapia con medicamentos tenga éxito. Esto incluye una combinación de:
- El baño de agua tibia relaja el esfínter anal interno
- Aplicación de anestesia y pomada terapéutica.
- Analgésicos; los laxantes sueltan las heces
Recientemente se han descrito los efectos beneficiosos del uso de pomada de nitroglicerina al 2% debido a su efecto vasodilatador, aunque una gran proporción de pacientes no lo toleran debido a los dolores de cabeza.
¿Se puede operar?
Sí, para las fisuras anales crónicas que han establecido el «círculo vicioso» mencionado anteriormente y el tratamiento farmacológico fallido, la cirugía es la opción de tratamiento mediante esfinterotomía interna y externa. La intervención incluye una parte controlada del esfínter anal interno, que puede eliminar la hipertonicidad del esfínter anal interno, eliminar el dolor y lograr la cicatrización de la fisura en pocos días.
La operación se realiza con anestesia local o espinal, así como con cirugía ambulatoria o de corta duración.
Otras técnicas (por ejemplo, la dilatación anal) están desactualizadas o se limitan a situaciones muy concretas, especialmente en los estudios de ecografía intraanal después de que se muestre una lesión esfinteriana insospechada tras la dilatación anal.